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martes, 1 de diciembre de 2009

Ese día estaba nublado y el mar movido

Roberto veía a Ximena y por ratos el mar ya que le inspiraba a pensar positivamente. Ambos tenían 17 y para ellos la vida se estaba acabando, Roberto estaba angustiado, pero no más que Ximena que lo ocultaba bien.
-Lo siento, no puedo continuar con esto. Sabes que te quiero, pero sabes tambien que esto no funciona -dijo Ximena cabizbaja y tímida -. Lo siento, perdóname, pero solo quiero ser tu amiga.
-Ximena porfavor, no me hagas esto, te amo, sabes que no soy muy romántico, pero eres parte escencial en mi vida, tu eres la que hace de esta vida aburrida algo más entretenido- Acariciando la mano de Ximena y mirándola a sus ojos que se ocultaban detrás de sus cabellos -. Porfavor... acaso te olvidaste los momentos felices que pasamos...

Era una ruptura amorosa más, el fin de una linda historia de amor manchada por los engaños, peleas, celos: Un clásico.
Estaban desde hace dos años, se habían conocido cuando un amigo de Ximena hizo una reunión en su casa. Ella no sabía que llevaría a sus amigos del colegio y entre esos muchachos estaba uno despeinado, le pareció simpático y con un comentario sobre música inició un interés: sí Fernando, stone roses es un grupazo -mencionó Roberto-. ¡A mí tambien me gusta! Asu no sabía que a otros les gustaba el indie rock, claro tambien es bueno the smiths... Y así se inició un capítulo en la vida de ambos.

-No, porfavor no hagas esto más difícil -Ximena, mientras unas gotitas saladas brotaban de sus ojos y se deslizaban lentamente por sus mejillas -. ¡¿Crees que no me duele terminar con esto?! agggg .
-¡Tú no eres la única que sufre! Te amo Ximena, talvez tu ya no me ames, no nieges que me amaste, estarías mintiendo -dijo mientras la abrazaba -. Porfavor, te necesito, sabes que te amé desde el primer momento que te ví, te lo he dicho, no es broma, no creo que me pueda recuperar ¡Dios te quiero más que a mi vida!
-No -dijo Ximena seca sin devolverle el abrazo y sintiendo esa verguenza e impotencia que siente uno cuando sabe que está a punto de cagarla toda.
-¿En qué me quivoqué? Dime, te lo ruego, cambiaré eso, haré todo lo que tú me digas, hagámos borrón y cuenta nueva -. La desesperación hablaba por él, se estaba volviendo loco por esta situación-. Porfavor, dame otra oportunidad.
-Te volví a engañar -. Dijo Ximena, seca, sin amor y sin tristeza.
Hubo un silencio, solo se escuchaba el sonido del mar y el ruido de los skaters al intentar darle un nuevo truco.
-¿Qué? -Roberto estaba atónito, no lo podía creer, sentía como un ardor subía por su garganta, esas ganas de matar, se sintía ridículo, tonto, se le hacía difícil creerlo, pero lo explicaba todo, debió de haber sido hace 2 semanas, porque estaba diferente y sin embargo aún le seguía diciendo que lo quería. Las gotitas que brotaban de los ojos de Ximena aumentaron y estalló un llanto desconsolador -. ¿Es verdad? Dime.
-¡Lo siento, lo siento, por eso quería terminar contigo, pero no quiero de verdad, no podía seguir con esto, no quería que te enteraras, porque seguiste insistiendo! - seguía el llanto, se notaba que Roberto quería llorar, pero a la vez se le notaba la furia en su rostro-. Te amo Roberto, no quiero seguir haciendote daño, no quize hacerte daño, fue con Ricardo en su fiesta, sé que no te cae, pero no sé, no estaba pensando, perdóname, perdóname, no puedo con esto, tambien te amo, te necesito, porfavor no me abandones, porfavor discúlpame.
-Estas loca -dijo, con asco e ignorando el llanto y los abrazos, era ahora él, él que no se los devolvía-. Si no quieres hacer daño, simplemente no lo hagas ¿Así dices amarme?

Se habían engañado los primeros meses, eran muy idiotas, pero todo se había arreglado, esas dos veces su amor prevaleció. Esta al parecer no, Roberto estaba frío y distante, la noticia le había chocado mucho. Sentía que si no se controlaba, la mataría.

-Como pudiste y ¡con él! si es un idiota en todos los aspectos -con ese desdén y asco en sus palabras, Roberto -. Estas muerta para mí, aléjate, me das asco, vete, no sé como pude haberte amado, ag dejaré de hacerlo, eres una mierda de persona.
-¡No! Porfavor Roberto, no sabía lo que hacía, no no, te lo ruego, no hables así, yo te quiero a ti -abrazándolo y llorando fuertemente-. porfavor...
-Tú no sabes lo que quieres -cortante, la empujó con poca fuerza -. Aléjate, no me jodas.

Roberto se iba y Ximena sabía que rogar ya era por las puras, se limitó a secarse las lágrimas -aunque eso tambien era por las puras, el llanto seguía- y se fue en dirección contraria, impotente, triste, desdesperada: mal.

Roberto caminaba cabizbajo y muy triste, todo había sido en vano, se sentía estafado, le venían ideas como que fue su culpa, debió ser más cariñoso, le debió terminar la primera vez, nunca le debió hablar, que no era su culpa e infinidades más, su cabeza era un torbellino de ideas. Decidió irse para la avenida ya que el ruido de los carros le impediría pensar.

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